La lógica y las evidencias han hablado. Ahora entiendo a la perfección aquello de que no hay más ciego que el que no quiere ver.
Lo de esto no es lo que parece, me viene grande y todo tiene un límite. Desde luego, la línea entre ser buena y gilipollas es demasiado delgada. ¿O será que en mi caso ya no existe esa línea?
Podría contar motivos, ofrecer detalles y dar explicaciones. Pero prefiero guardármelos ahora... Ahora, hay dos frases en mi mente… Por un lado, aquella de no me quieras tanto y quiéreme mejor… Y por otro, el que no arriesga, no gana. Atrévete en la vida, si no no consigues lo que quieres.
A buen entendedor...
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